machiró
machiró bulero, siscabado, machiró que te ha salvado
(F. 116).
Dicho de maleantes que significa que un testigo (machiró)falso
(bulero) aleccionado (siscabado) es testigo salvador. Tiene forma
sentenciosa y rima consonante entre sus hemistiquios.
macho
a macho viejo, aparejo nuevo (F.
113
y 116).
Refrán popular del tipo receta que significa lo que enuncia.
La estructura mal remedio es del tipo "a o para tal cosa,
tal otra" es tradicional Hay varios refranes en el refranero
mexicano que tienen el mismo sentido paremiológico que
éste: "a acocote nuevo, tlachiquero viejo";
"a asno lerdo, arriero loco"; "a barbas de indio,
navaja de criollo"; "a batalla de amor, campo de plumas";
"a bestia comelona, piedras en la cebada". Son varias
las formas que los refranes receta tienen en elrefranero mexicano.
madera
a la madera por el hilo, y a los tontos por la cara (F. 12).
Refrán popular, de tipo semiótico, que expresa
lo que enuncia. En cuanto refrán semiótico, esboza
dos sistemas semióticos hilo-madera, por una parte, cara
tonto, por otra. Variantes: "a la madera se le busca
el hilo, a los pendejos el lado" (F. 90 y 116); "a la madera se le busca
el hilo, a los tarugos la cara" (F. 48, 90 y 131); "a la madera se le busca
el hilo, y a los pendejos el lado" (F. 70).
madera
maderas hay para santos, y otras para hacer carbón (F. 66
y 90).
Refrán popular que expresa mediante un ejemplo la predestinación
de todas las cosas como parte de una concepción predeterminista
de la vida. Se atienen a un doble tópico "todo está
predeterminado por el destino", por una parte, y "contra
el destino no se puede". El texto que conforma este refrán
proviene de una estrofa recogida por Rubio: "Los árboles
en el monte / tienen su separación: / unos nacen para
santos y otros para ser carbón". Variante: "unos
nacen para santos, y otros para ser carbón" (F. 90
y 116).
madre
chingue a su madre la muerte, mientras la vida nos dure (F. 66
y 90).
Refrán popular basado en la exclamación injuriosa
"chingue su madre" forma popular del grito "que
chingue a su madre la muerte" que es una invitación
a la muerte a fornicar con su madre. El refrán significa
que se puede insultar a la muerte mientras la vida nos dure.
madre
con la madre y con la patria, contra todo y contra todos, con
razón y sin ella (F. 35
y 116).
Dicho popular que expresa lo que dice: que la madre y la patria
son lo primero y hay que defenderlas a toda costa y como sea.
Es una especie de máxima popular de corte ideologizante.
Se basa en una serie de tres secuencias:" con + con!, "contra
+ contra" y "con + sin". Estas secuencia constituyen
la armazón del dicho. Variante: "con la madre y con
la patria, contra todo y contra todos, con razón o sin
ella" (F. 90).
madre
de que la madre es de paso, la hija hasta el cincho azota (F. 49,
90
y 116).
Refrán popular de la serie "de que" o "cuando",
de origen ranchero, que referido literalmente a yeguas., significa
en sentido paremiológico se suele aplicar a mujeres para
decir que cuando la madre es libertina, la hija siempre irá
más allá. Los refranes "de que" suelen
establecer una comparación entre dos situaciones de las
cuales la enunciada por el segundo miembro del refrán
rebasa, en una especie de colmo, la propuesta por el primero.
Por ejemplo: "de que la perra es brava, hasta a los de casa
muerde". Tiene, como todos los de esta clase, forma sentenciosa.
madre
madre que consiente, engorda una serpiente (F.
90
y 116).
Refrán popular de índole sentenciosa que significa
lo que enuncia: señala el daño que causa una madre
cuando al educarlos consiente a sus hijos. El refranero español
aún recoge un refrán con el mismo sentido paremiológico:
"madre pía, daño cría" con la
advertencia de que "pía" es usada en el sentido
de "benévola" o "benigna". Hay rima
consonante entre las dos partes del refrán.
madurar
cuando maduran, caen todas (F.
12).
Refrán popular que suele tener como enunciador al varón,
como referente a las mujeres casaderas, y como oyente un corro
de hombres. Tiene enunciación exclamativa y se suele aplicar
a las luchas juveniles por conquistar a la mujer amada. Tiene
el mismo sentido paremiológico de refranes como: "para
qué las cortas verdes si maduras caen solitas"; o
bien "también de maduras caen, aunque no se haga
la lucha". El mismo sentido se suele dar a refranes que
asumen imágenes campiranas. Como: "solitas bajan
al agua sin que las hagan bajar" de cuya interpretación
recoge Rubio esta estrofa: "Cupido se lamentaba / de un
amor que ingrato fue, / y sólo le consolaba, / que cuando
ellas tienen sed / solitas bajan al agua / sin que nadie las
arree".
maestro
no hay mejor maestro que el adversario (F.
66).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
enuncia. El tópico al que se atiene su sentido paremiológico
podría formularse así: "no hay mejor maestro
que la experiencia"
maestro
no se acuerda el maestro de que fue aprendiz (F. 116).
Refrán popular que en forma declarativa reprueba la soberbia
de quien creyéndose encumbrado desprecia y maltrata al
alumno: que se acuerde que él también fue alumno
alguna vez.
maguey
al maguey que no da pulque, no hay que llevar acocote (F. 51,
64,
116
y 119).
Refrán popular, de pulqueros, que significa lo que enuncia.
Se usa en sentido paremiológico para sancionar situaciones
en que no hay esperanza de obtener nada que valga la pena. Como
se dijo arriba, "acocote" es un guaje de calabaza alargada
que usan los pulqueros para succionar del maguey el "tlachique"
o pulque dulce. En sentido paremiológico, se aplica, como
consejo, en situaciones en que por experiencia ya no se puede
esperar ninguna cosa que valga. Variantes: "a maguey que
no da pulque, no hay que llevar acocote" (F. 85); "al maguey que no da pulque,
no hay que llevarle acocote" (F. 66, 80, 90, 119 y 132).
maguey
bueno es raspar, pero no arrancar los magueyes (F. 66,
70,
90,
110
y 132).
Refrán popular de la serie "bueno es X ... pero no
Y" cuyo sentido paremiológico se ajusta al tópico
"bueno es el uso pero no el abuso". Así el refrán:
"es bueno el encaje pero no tan ancho" y otros que
hemos citado a este propósito. Variante: "es bueno
raspar, pero no arrancar los magueyes" (F. 66, 132 y 133).
maguey
con maguey y campo, no hay caballo manco (F.
49
y 105).
Refrán popular que significa que a campo raso cualquier
caballo corre bien. Hay rima consonante entre sus hemistiquios
hexasílabos.
maguey
de maguey gordo, nunca buena aguamiel (F.
49).
Dicho de aguamieleros que significa lo que enuncia. Por experiencia,
el pulquero sabe que el maguey gordo, aunque da aguamiel, nunca
es aguamiel de calidad. Hay una estructura quiástica en
la frase: "maguey", al principio de la primera parte,
se corresponde con "aguamiel" al final de la segunda:
en el centro se corresponde "gordo" y "buena".
maguey
tanto peca el que raspa el maguey, como el que saca el aguamiel
(F. 90 y 116).
Refrán popular de índole sentenciosa que significa
lo que enuncia, Se trata de una adaptación del refrán
"tanto peca el que mata la vaca, como el que le detiene
la pata" que, a su vez, es un desarrollo de una imagen de
la complicidad presente en los refraneros españoles. Variante:
"tanto peca el que raspa el maguey como el que levanta el
aguamiel" (F. 49).
maíz
el que siembra, o siembre, o sembró, su maíz, que
se coma su pinole (F. 64, 66, 80, 90, 110, 116, 119, 132 y 133).
Refrán popular de origen ranchero que significa que quien
la haga que la pague o la goce. En el primer caso, hay una acción
reprobable detrás y el refrán funciona como un
reproche hecho por alguien a quien la comete recordándole
que por su propia cause padece las consecuencias de su acción;
en el segundo, en cambio, con una acción buena y lucrativa
de fondo, suena como una justificación del propio interesado
por disfrutar los resultados de su acción acertada.
maíz
maíz para mantener, trigo para enriquecer y cebada para
empobrecer (F. 90 y 116).
Refrán ranchero que funciona como un consejo y al mismo
tiempo una amenaza al agricultor a quien se le indican los resultados
que le sobrevendrán si siembra maíz, trigo o cebada.
Obviamente, se trata de un refrán proveniente de la cultura
del trigo. Está hecho en forma de una estructura trimembre
cada uno de cuyos miembros se atiene a la estructura "maíz
(trigo, cebada) para + pronóstico".
maiz
maiz que no le ve la cara a mayo, ni zacate p'al caballo (F. 49,
90
y 116).
Refrán ranchero que sentencia que maíz que para
mayo no ha brotado no servirá ni de pastura: se perderá
la siembra y, por supuesto, no habrá cosecha. Tiene forma
sentenciosa y rima consonante entre sus dos partes.
maiz
no le hace que duerman alto, echándoles maiz se apean
(F. 37, 90 y 122).
Dicho popular de índole vulgar que se suele aplicar a
mujeres altivas y orgullosas. El refrán les aplica la
imagen de palomas que duermen en las alturas y sentencia que
echándoles maíz se bajan. Es decir, con dinero.
Tiene la forma de una exclamación sentenciosa. Variante:
"no le hace que duerman alto, que echándoles maiz
se apean" (F. 35
y 116);
"no le hace que vuelen alto, echándoles maiz se apean"
(F. 126).
mal
contra todo mal, mezcal; contra todo bien, también (F. 19
y 89).
Refrán popular que no necesita ninguna explicación:
significa lo que enuncia. Sus variantes tienen rima al mezzo
sobre todo la variante que dice: "para todo mal, mezcal;
para todo bien, también, y si no se quita, la botellita".
Variantes: "para todo mal, mexcal, y para todo bien, también"
(F. 122);
"para todo mal, mezcal, y para todo bien, también"
(F. 49,
66,
70,
85,
90
y 132);
"para todo mal, mezcal; para todo bien, también"
(F. 37,
64,
80,
89, 116 y 119).
mal
cuando el mal es de cagar, no valen guayabas verdes (F. 10
y 24).
Refrán popular que significa lo que en forma de sentencia
dice: contra la diarrea no alcanzan a curar las guayabas verdes.
No requiere explicación. Variantes: "cuando el mal
es de cagar, no valen guayabas tiernas" (F. 24); "cuando el mal es de evacuar,
no valen guayabas verdes" (F. 89).
mal
cuando el mal es de sanar, el agua le es medicina (F. 10).
Refrán popular que significa lo que en forma sentenciosa
expresa. La medicina para este refrán es el agua de la
que dice en otra parte: "agua corriente no mata a la gente;
agua sin correr, puede suceder".
mal
cuando el mal está en el hígado, hasta morir no
hay remedio (F. 90 y 116).
Refrán popular que significa que los males del hígado
no tienen curación. Variantes: "cuando el mal es
del hígado, hasta morir no hay remedio" (F. 89); "cuando el mal está
en el hígado, es incurable" (F. 90 y 122).
mal
el mal de amores duele, pero no mata (F.
12).
Refrán popular que significa lo que dice: no requiere
explicación. Tiene forma de una sentencia.
mal
el que escucha, su mal oye (F.
37).
Refrán popular que en forma sentenciosa expresa lo benéfico
que es escuchar y, por ende, lo aconseja.
mal
el que mucho mal padece, con poco bien se consuela (F. 89,
90
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa loq
ue dice. Rubio lo comenta así: "parece ocioso decir
que el refrán indica que en una vida llena de amarguras
un poco de felicidad mucho conforma"
mal
el que no tiene que hacer, piensa en los males que hará
(F. 90 y 116).
Refrán popular que asienta que el ocioso sólo está
ideando maldades. Tiene el mismo sentido paremiológico
que el refrán tradicional: "la ociosidad es la madre
de todos los vicios" aunque un contrarrefrán diga
que "la ociosidad es madre de una vida padre".
mal
siempre va el mal a donde más hay
(F. 89).
mal
si tu mal tiene remedio, ¿de qué te apuras?; y
si no, ¿de qué te preocupas? (F.
90).
Frase popular sin pretensiones paremiológicas que significa
lo que enuncia. Variantes: "si tu mal tiene remedio, ¿para
qué te quejas?; y si no tiene, ¿para qué
te quejas?" (F. 37);
"si tu mal tiene remedio, ¿por qué lloras?;
y si no lo tiene, ¿para qué lloras?" (F. 66).
mala
cuando la de malas llega, la de buenas no dilata (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa funciona como
fórmula de consolación para individuos situaciones
desgraciadas diciéndoles que después de la lluvia
siempre sale el sol.
mala
cuando uno está de malas, ni presa le halla al tamal (F. 122).
Refrán popular que en forma sentenciosa expresa la situación
de que cuando alguien está en desgracia o está
de malas todo le sale mal. Variante: "cuando a uno le va
mal, ni presa le halla al tamal" (F. 122).
Malacara
en donde está Malacara, nunca vayas con Buenrostro (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular basado en un juego de palabras entre dos
apellidos para aconsejar que hay que ver como te ven y dar como
te den.
malagradecido
ningún malagradecido siente el favor recibido (F. 116).
Refrán popular que en forma de una declaración
constatativa explica en qué consiste el ser malagradecido:
no sentir los favores recibidos. Hay entre sus hemistiquios octosílabos
rima consonante.
maldición
maldición de perro flaco, no llega (F.
24).
Refrán popular de origen tabasqueño que explica
por qué no hay que temer las amenazas de los miserables.
Porque, finalmente, como dice un refrán español
de idéntico sentido paremiológico: "palo amagado
no hace daño". Se atiene al tópico de que
las amenazas del débil son débiles amenazas. Tiene
forma sentenciosa. Variante: "maldiciones de perro cojo,
no alcanzan" (F. 37).
mamón
si eso dice mamón blando, ¿qué dirá
bizcocho duro? (F. 46, 90 y 116).
Refrán popular, de enunciación exclamativa, cuyo
sentido paremiológico es que si el rico que tiene tantos
recursos se queja de una situación ¿có serán
los lamentos del pobre? Tiene la estructura de una prótasis
cuya apódosis es expresada en forma de pregunta. La imagen
argumentativa del texto se basa en la contraposición de
dos tipos de bizcochos: uno blando y otros duro. Variante: "si
eso dice mamón, ¿qué dirá bizcocho
duro?" (F. 5,
66,
110
y 132).
mancha
la mancha de la pobreza, sólo el dinero la quita (F. 116).
Refrán popular que sentencia que el oprobio de ser pobre
se quita con dinero y sólo con eso. El refranero mexicano,
como los refraneros hispánicos, insisten en que las feas
se vuelven bonitas si tienen dinero y en que el dinero hace que
un tonto sea listo y un sucio sea limpio y huela bien. Pues,
como dice un refrán: "aunque salga de manos asquerosas,
el dinero siempre huele a rosas" y "a quien tiene buenos
dineros, le huelen bien hasta los pedos". Y, desde luego:
"Cuando yo tenía dinero, / me llamaba don Tomás;
/ ahora que no tengo nada, / me llamo Tomás nomás"
mancha
vale más una mancha en la honra que en el traje (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular de la serie "más vale"que
en forma sentenciosa advierte que las verdaderas manchas que
hay que evitar son las que afectan al honor no a la ropa que
se viste. La honra es vista como una indumentaria más
valiosa que la indumentaria externa.
manco
con mancos, cojos y tuertos, los panteones sean cubiertos (F. 116).
Dicho popular que expresa el deseo poco humanitario y, en buena
medida segregacionista, de que se mueran todos los mancos, cojos
y tuertos. Hay rima consonante entre sus dos hemistiquios.
manda
las mandas, o se pagan o se penan (F.
86,
90
y 116).
Refrán que en forma sentenciosa expresa la creencia popular
sobre la obligación de cumplir las mandas: hay que pagarlas
o, de lo contrario, sufrir el castigo correspondiente en esta
vida o en la otra. Las mandas son promesas que alguien hace generalmente
a un santo a a alguna advocación de la Virgen si le concede
cierto favor. El refrán se atiene a esta creencia de la
religiosidad popular que se expresa en las peregrinaciones a
los grandes santuarios como el de Guadalupe, San Juan de los
Lagos o Talpa, inmortalizado por un cuento de Juan Rulfo.
mandado
se les encarga el mandado y se comen hasta el pilón (F. 48,
49
y 90).
Dicho popular que en forma exclamativa censura el comportamiento
abusivo de quien quiere o toma, por su propia iniciativa, más
de lo que han ofrecido por traer un mandado o encargo. El pilón
en el habla popular mexicana es lo que en las viejas tiendas
daba de más el tendero por encima de lo comprado. Variante:
"se les da el mandado y se comen hasta el pilón"
(F. 64
y 116).
manera
cada uno tiene su manera de dar chiche (F.
110
y 132).
Refrán popular que significa, en forma declarativa, que
cada uno tiene su manera de hacer las cosas. Variante: "cada
uno tiene su manera de dar chichi" (F. 70 y 90).
mano
aunque salga de manos asquerosas, el dinero siempre huele a rosas
(F. 66 y 90).
Refrán popular que en forma sentenciosa dice que el dinero
siempre cae bien. Como ya he señalado, el refranero mexicano
es consciente de que todo se limpia,e hermosea y se vuelve elegante
con dinero: "con dinero baila el perro", dice un refrán
popular.
mano
el que mete mano en bolsa ajena, muy pronto hallará la
pena (F. 116).
Refrán popular conformado como una advertencia contra
quien roba. La sanción es formulada tanto de manera general,
"muy pronto hallará su pena", como en términos
religiosos, como dice la variante, "se condena". Es
de los refranes de la serie "el que"; tiene, por tanto,
una forma sentenciosa. La segunda parte, de hecho, suena como
una amenaza. Hay rima consonante entre ambos hemistiquios. Variante:
"el que mete mano en bolsa ajena, se condena" (F. 35
y 116).
mano
en las manos del pobre, la plata se vuelve cobre (F. 24).
Refrán popular que en forma sentenciosa dice que el dinero
en manos del pobre no le rinde rinde, a causa de sus muchas necesidades.
Hay rima consonante entre sus dos hemistiquios.
mano
en manos de los pendejos, la pólvora está mojada
(F. 116).
Refrán popular que en forma de una declaración
sentenciosa, de enunciación exclamativa, asienta el tópico
que le subyace según el cual al pendejo le sobran pretextos
como una manera de decir que los pendejos no sirven ni para las
cosas que no requieren habilidad. Variantes: "en manos de
los pendejos, ni la pólvora arde" (F. 90 y 116); "en manos de tontos,
ni la pólvora arde" (F. 12).
mano
en manos de un buen ordeñador, ni los calostros quedan
(F. 116).
Refrán popular que en sentido literal significa lo que
enuncia y con el que se exalta, en sentido paremiológico
y con esta figura del buen ordeñador, la habilidad y la
inteligencia para aprovechar al máximo las cosas. Con
él, en efecto, se significa, como dice Rubio, "que
el hombre hábil, inteligente, todo lo aprovecha en beneficio
propio". Tiene forma de una exclamación sentenciosa.
Variantes: "en manos de un buen ordeñador, la leche
se vuelve calostros" (F. 90 y 116); "en manos del buen ordeñador,
ni calostros quedan" (F. 49).
mano
no hay manos puras, sino puras manos (F.
89).
Refrán popular que en forma de retruécano expresa,
en sentido literal lo que enuncia. Se emplea en situaciones en
que se quiere resaltar la ausencia de manos inocentes para alguna
operación. Lo importante del refrán es, en efecto,
la exclamación "no hay manos puras": lo demás
es sólo ornato. Tiene forma de una exclamación
sentenciosa.
mano
salir a mano es ganancia (F. 49,
90
y 116).
Refrán popular que en sentido literal significa lo que
enuncia. Salir a mano significa i perder ni ganar. Se usa en
las situaciones en que todo está en contra. En la tradición
paremiológica española, Hernán Núñez,
el Comendador, recoge un refrán que dice: "en lo
que no se pierde nada, siempre algo se gana". Tiene forma
de una exclamación sentenciosa.
manso
primero manso que bueno (F. 105).
Refrán ranchero proveniente del mundo de la charrería
que establece una regla en el universo de los caballos- Tiene
forma de una exclamación sentenciosa.
manta
a todos nos gusta la manta fiada, aunque nos la den a peso (F. 37).
Refrán popular, de origen ranchero que significa que a
todos nos gusta aprovechar las ventajas del puesto que se tiene
(la manta fiada) y, en cierto sentido, abusar de la confianza
puesta en nosotros. Tiene forma exclamativa. Variante: "gustarle
a alguien la manta fiada, aunque se la den a real"
manta
ni de manta buena camisa, ni de puta buena amiga (F. 66).
Refrán popular, de posible origen ranchero, que significa
lo que en forma sentenciosa enuncia. Hay rima asonante entre
sus hemistiquios.
manta
no hay que cargarse a la manta fiada (F.
116).
Refrán popular, del tipo "no hay que..", que
en forma sentenciosa aconseja que no hay que abusar de la confianza
depositada en uno. Tiene forma de una recomendación.
manta
no sufre quien caga la manta, sino quien la lava (F. 66).
Refrán popular que en forma declarativa expresa, en sentido
literal, lo que enuncia. En sentido paremiológico se usa
en situaciones en que alguien no se hace responsable de las consecuencias
de sus acciones. Tiene forma de un reproche en enunciación
exclamativa.
mantener
el que mantiene, detiene (F. 66
y 90).
Refrán popular de corte sentencioso que expresa lo que
dice. Se suele aplicar a todas las formas de manutención
social, especialmente a las que tienen lugar dentro del matrimonio.
Asienta, en esos contextos, que la manutención es la mejor
forma, al lado de otras, para detener junto a sí a una
persona. Tiene forma de una sentencia apodíctica.
maña
con su maña, pesca a la mosca la araña (F. 66
y 90).
Refrán popular de corte sentencioso que expresa lo que
dice. Se suele aplicar a todas las situaciones en que la obtención
de algo es a base de habilidad según el refrán
"más vale maña que fuerza".
maña
es más difícil quitar una maña que curar
una pajuela (F. 49).
Refrán popular de corte sentencioso que expresa lo que
dice. Se suele aplicar a todas las situaciones en que la actuación
de alguien es entorpecida por viejos hábitos. Curar una
herida, por tanto, es más fácil que quitar una
costumbre inveterada. De allí el dicho exclamativo: "no
es resabio, es maña vieja". Tiene la forma de una
declaración.
maña
más vale amansar que quitar mañas (F. 49).
Refrán popular de origen ranchero usual en el mundo de
la crianza y doma de caballos, principalmente, en donde el refrán
cobra su cabal sentido y significa lo que dice: es una regla
de la doma. Formalmente es un refrán "del tipo más
vale.." y funciona como ellos: de dos columnas, se prefiere
lo enunciado por la primera, sobre lo dicho en la segunda que,
por lo general, parecía a primera vista la preferible.
Variante: "vale más amansar que quitar mañas"
(F. 90
y 116).
mañana
en la mañana es oro, al mediodía plata, y en la
noche mata (F. 89).
Refrán popular, de probable origen ranchero, que bajo
la forma de una adivinanza cuya solución debe decir: "la
naranja". Sea verdad o no, este refrán tiene su origen
en las creencias y prejuicios españoles sobre la alimentación.
Rubio recoge el mismo esquema paremiológico en un refrán
sobre la aceituna: "una es oro, dos plata, la tercera mata".
Variante: "en la mañana es oro, en la tarde es plata,
y en la noche mata" (F. 116).
mar
se me hace chico el mar, para hacer un buche de agua (F. 37,
90
y 122).
Dicho popular fanfarrón y baladrero, de tipo exclamativo,
que se usa como respuesta para cortar de tajo, irónicamente,
las bravatas, baladros y excesos de jactancia y presunción
de alguien. El dicho funciona como una reacción y respuesta,
igualmente excesiva, a las exageraciones que la motivaron: el
mar me parece chico para un buche. Variantes: "chiquito
se me hace el mar, para hacer un buche de agua" (F. 66
y 70);
"me parece chico el mar, para hacer un buche de agua"
(F. 113
y 116);
"poco se me hace el mar, para hacer un buche de agua"
(F. 132);
"se me hace chico el mar, para hacer un buche de agua"
(F. 37,
90
y 122);
"se me hace chiquito el mar, para hacer un buche de agua"
(F. 12);
"se me hace poco el mar" (F. 37).
mar
sólo que la mar se seque, no me bañaré en
sus olas (F. 66, 70, 90, 116 y 132).
Dicho popular que suena como un grito de determinación
absoluta e incondicional para lograr algo que el enunciador se
ha propuesto. Tiene una forma, una enunciación y un uso
exclusivamente exclamativo.
marcialidad
buena es la marcialidad, pero no pelarse tanto (F. 60).
Refrán popular del tipo "bueno es X ... pero no Y".
Tiene forma sentenciosa. Significa lo que enuncia. El segundo
miembro es un cliché que se usa en varios de los refranes
de este refranero. Por ejemplo: "bueno es por gusto bailar,
pero no pelarse tanto" Variante: "buenas serán
las ternezas, pero no pelarse tanto" (F. 60).
mareador
mareador, el bastaró de muy buenos mandamientos (F. 116).
Dicho de cacos que significa, según Rubio, "que el
ladrón que roba cambiando moneda mala por buena debe ser
muy bueno". De acuerdo con ésto, la significación
de los vocablos en clave son los siguientes: "mareador"
(es el ladrón que hace lo que se ha dicho arriba), "bastaró"
(hábil) y "mandamientos" son los dedos de la
mano.
marido
el mejor marido es el querido (F.
116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
enuncia. Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios.
marido
ni tanto ni tan seguido, como mi marido (F.
116).
Refrán popular que en forma exclamativa se usa para expresar
un "ya cálmate" o "ya basta" a quien,
en un grupo de personas, hace reiteradamente algo perjudicial
a las demás personas. En sentido literal, tiene una enunciación
femenina, rechaza ya sea los malos tratos ya los requerimientos
amorosos con el referido dicho "ni tanto ni tan seguido..."
Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios.
marido
no es el peor marido el ladrón, sino el cuentachiles (F. 90
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
enuncia. "Cuentachiles" en el habla popular mexicana
es el individuo miserable que lleva cuenta personal de todos
los gastos de la casa por insignificantes que sean, en el caso
del marido. La condición de esposa de un tal individuo
es la de andar dando explicaciones de los gastos menudos y, como
dice Rubio, "tener que pedirle un mal centavo para cebollas
cuando éstas se acabaron en la cocina". Por eso el
refrán considera peor marido al cuentachiles que al ladrón.
La redacción del dicho, sin embargo, no es tan exacta
como en las obras de arte de la tradición oral.
marrano
el marrano más trompudo se lleva la mejor mazorca (F. 131).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa que
los individuos más avorazados, abusivos y que se pasan
de listos son los que sacan mayor provecho de las situaciones.
Se aplica en ese tipo de situaciones en que alguien se quiere
pasar de listo a costa de los demás. Tiene la forma de
una declaración constatativa.
materia
no partas materia dura jamás con la dentadura (F. 37).
Refrán popular que, en forma de una recomendación
casera, significa lo que enuncia. Tiene una muy cuidada estructura
métrica en octosílabos rimados entre los dos hemistiquios.
Es un refrán consejo.
matrero
el matrero cae al lado que lo estiran (F.
37).
Refrán popular, de origen ranchero, que en forma sentenciosa
significa lo que enuncia. Se usa para sancionar situaciones en
que alguien se deja llevar con sagacidad maliciosa e interesada
hacia donde lo quieren llevar. Tiene la forma de una declaración.
matrimonio
matrimonio de arrancados, es fábrica de encuerados (F. 90
y 116).
Refrán popular que en forma lacónica y concisa
significa lo que enuncia. Tiene la forma de una sentencia con
rima consonante entre sus dos hemistiquios. Variante: "matrimonio
de pobres, fábrica de encuerados" (F. 12).
matrimonio
por cada cien matrimonios, ciento dos arrepentidos (F. 35
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
enuncia. Expresa una mala idea del matrimonio que es concebido
aquí como una muy riesgosa aventura de la que pronto se
desengañan los implicados. Tiene la forma de una sentencia
y usa una figura pleonástica para basar su argumentación
mayate
el mayate cree que sus hijos son granos de oro (F. 49).
Refrán popular de probable origen rural que en forma de
una declaración sentenciosa da a entender que toso los
padres ven a sus hijos con cualidades excepcionales y los tienen
por los mejores. La contraposición entre sendas imágenes:
la del "mayate", un animal de estiércol, y la
de los "granos de oro". Tiene la forma de una declaración.
mayo
¿quieres verte intoxicado?; entre mayo y agosto come pescado
(F. 35, 89, 90 y 116).
Refrán popular que en forma de una sentencia significa
lo que dice. Funciona como un consejo que insta a no comer pescado
en esos meses. Un refrán español recogido por Cejador
y Frauc, citado por Rubio, dice: "en los meses que tienen
erre ningún pescado pruebes". Tiene la forma de una
secuencia pregunta respuesta con rima consonante entre
sus dos hemistiquios.
mayordomo
con mayordomo español, trabajo de sol a sol (F. 90
y 116).
Refrán popular de probable origen novohispano que hace,
en forma sentenciosa, una advertencia sobre los mayordomos españoles:
hacían trabajar sin descanso a sus peones, indios sobre
todo. Tiene la forma de una sentencia con rima consonante entre
sus dos hemistiquios.
mazacúa
cuando la mazacúa suelta una rata, es muy tonta si se
le acerca (F. 41).
Refrán popular del sur de México que significa
lo que expresa. En esa región mexicana, en efecto, el
mazacúa o masacúa es la culebra llamada en otras
parte masacoate. El refrán aconseja que no hay que acercarse
a quienes se sabe peligrosos.
mazorca
coge tu mazorca asada, y come tu frijol pelón (F. 41).
Refrán popular de probable origen ranchero que, en forma
interlocutiva, insta a hacer lo que se indica. Maíz y
frijol constituyeron la dieta del campesino mexicano durante
mucho tiempo. Nada más.
media
no falta una media rota para una pierna llagada (F. 60).
Refrán popular que no sólo expresa, en forma exclamativa,
que para cada quien hay un cada cual sino que, como dice el axioma
de la homeopatía, "similia cum similibus curantur":
todos se allegan a sus semejantes. Variante: "no falta una
media rota para una pierna podrida" (F. 90 y 116).
médico
cuando va a dejar de ser, empieza el médico a saber (F. 89).
Refrán popular que en forma declarativa expresa la realidad
de la vida a partir del desengaño de quien cuando apenas
alguien va dominando su oficio ya se le acabó la vida.
Ello vale para todo mundo. no sólo para el médico.
Tiene la forma de una sentencia con rima consonante entre sus
dos hemistiquios.
melonero
el melonero asegura que todos los melones son dulces (F. 110).
Refrán popular que, en forma declarativa, dice lo que
enuncia.
meneador
entre muchos meneadores, se quema la miel (F.
90 y 116).
Refrán popular de probable origen ranchero que, mediante
el ejemplo de los meneadores, aconseja a no meterse en asuntos
o cuestiones tratados por otro. Tiene el mismo sentido paremiológico
que refranes como: "Entre muchos meneadores se quema la
cola" y "Entre dos cocineras sale aguado el mole"Tiene
la forma de una sentencia.
mentada
calienta más una mentada que una estufa (F. 66 y 90).
Refrán popular que mediante una comparación significa
que enfurece más un "chinga tu madre" que una
estufa. Tiene la forma de una sentencia.
mentada
las mentadas de madre son como las llamadas de misa (F. 66 y 90).
Refrán popular que aconseja no hacer caso a las mentadas
de madre como no se les hace caso a las llamadas a misa. Tiene
la forma de una sentencia.
mercadería
las mercaderías se liquidan en la aduana (F. 116).
Dicho de ladrones que declara que lo robado (mercaderías)
sólo se lo apropia en el sitio de reparto (aduana). Tiene
la forma de una sentencia.
mestizo
al mestizo, el diablo lo hizo; al indito, el Dios bendito (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas
tanto novohispanas como del siglo XIX, cuyo probable enunciador
original es un indio, que expresa una total desconfianza hacia
el mestizo. Es de los muy escasos refranes cuyo enunciador es
el indio. Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios octosílabos.
mestizo
mestizo educado, indio renegado (F.
90
y 116).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas
arriba referidas, cuyo probable enunciador original es un criollo,
que expresa una total desconfianza hacia el mestizo que se civiliza;
el refrán lo trata de indio renegado y expresa un hondo
desprecio. Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios.
Variante: "mestizo educado, diablo colorado" (F. 35, 90 y 116).
metate
a muele y muele, ni el metate queda (F.
110 y 130).
Refrán popular que, en forma declarativa dice que la mucha
insistencia en un ruego acaba no sólo con la resistencia
sino que puede acabar con la paciencia. En el habla popular mexicana,
la expresión "a muele y muele" significa estar
molestando insistentemente. Variante: "a muele y muele,
ni metate queda" (F. 49, 64, 66, 80, 90, 116, 119 y 132).
mexicano
pretencioso, flojo y vano: mexicano (F.
90 y 116).
Dicho popular que describe al habitante de la ciudad de México
visto probablemente por los habitantes de algún otro lugar
del país. Muestra los rencores que hacia el capitalino
albergan los de la llamada "provincia". Mientras este
dicho se concentra en las antivirtudes del mexicano, una variante
suya. "mexicano: culo aguado, chinguirito y pan tostado"
se ocupa de sus rasgos y costumbres. Tiene rima consonante entre
sus dos partes. Variante: "mexicano: culo aguado, chinguirito
y pan tostado" (F. 5).
mexicano
un mexicano nunca orina solo (F.
89).
Dicho popular que expresa, con esa imagen, la sociabilidad del
mexicano.
México
fuera de México, todo es Cuautitlán (F. 5, 12, 35, 66, 90, 116 y 132).
Dicho popular que se usa, en un exceso de localismo capitalino,
muy provinciano, proclama que fuera de México no hay cosa
que sirva Tiene forma exclamativa.
México
¿ir a México a bobear?; en tu casa quedar (F. 90 y 116).
Dicho popular que en forma de la secuencia pregunta respuesta
aconseja no ir a México. Tiene una forma hechiza y casera
con un tipo de rima consonante torpe y sin ingenio.
México
México: copa dorada, donde la carne es yerba, la yerba
es agua, los hombres son mujeres y las mujeres, nada (F. 5).
Dicho popular que, en forma de una estrofa declamable, expresa
una opinión negativa de la ciudad de México. Tiene
una enunciación exclamativa.
mico
al mejor mico se le cae el zapote (F.
51 y 119).
Refrán popular de la serie de refranes de experto que
significa que cualquiera, aún el mejor, puede cometer
errores. Se usa como una manera de excusar a quien comete error
eventual bajo el tópico argumentativo de que hasta el
mejor se equivoca alguna vez. Como se señaló arriba,
tiene el mismo sentido paremiológico y se atiene al mismo
tópico que refranes como"al mejor arreador se le
desbarajusta la manada"; "al mejor cazador se le va
la liebre"; "a la mejor cocinera se le queman los frijoles".
Tiene una hechura más bien rural y una forma sentenciosa.
Variante: "al mejor mono se le cae el zapote" (F. 51, 113 y 119).
miedo
donde hay miedo, ni coraje da (F.
66, 90, 116 y 132).
Refrán popular con que se suele satirizar a quien deja
de hacer algo por miedo. Es un refrán de enunciación
exclamativa. Variantes: "donde hace miedo, ni coraje da"
(F. 37); "donde hace miedo, ni vergüenza
da" (F. 35 y 116).
miedo
el miedo es como la argolla: no se le encuentra la punta (F. 89 y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
dice. La imagen es siempre la de algo continuo y sin comienzo
ni fin. Es un refrán de enunciación exclamativa.
Variantes: "el miedo es como la argolla: no se le halla
coyuntura" (F. 37); "el miedo es como la argolla:
no se le ve la punta" (F. 90 y 132); "el miedo es como la argolla:
no se le ve punta" (F. 66).
miedo
el miedo es como la sangre: por todas las venas corre (F. 89 y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa significa lo que
dice: describe al miedo como algo universalmente expandido. Es
un refrán de enunciación exclamativa.
miedo
el que tenga miedo a las espinas, que no entre a la nopalera
(F. 49).
Refrán popular que significa que el que tenga miedo a
algo mejor no se meta en ello. Tiene forma sentenciosa.
miedo
no hay que tenerle miedo al rayo, sino a la raya (F. 89).
Refrán popular que significa que el que tenga miedo a
algo mejor no se meta en ello. Tiene forma sentenciosa.
miedo
no le tengas, o le tengan, miedo al chile, aunque lo veas, o
lo vean, colorado (F. 54, 66, 70, 71, 109, 110, 116 y 132).
Dicho popular que funciona como una invitación a no tener
miedo. Es una frase de tipo exclamativo cuyo valor paremiológica
se encuentra en las primeras palabras como los refranes acústicos:
"¡no le tengas miedo.."! La segunda parte, en
cambio, hace las funciones de albur por el doble sentido que
tiene en el hablar popular mexicano la palabra "chile".
El resultado es un texto mitad refrán y mitad albur. Variantes:
"no le tengas, o le tengan, miedo al chile, aunque se vea
colorado" (F. 90); no le tengas, o le tengan, miedo
al mole, aunque lo veas, o lo vean, colorado" (F. 49).
miedo
para el que es cobarde, el miedo es puritita prudencia (F. 35, 90 y 116).
Dicho popular que significa lo que enuncia en forma irónica.
El dicho da por supuesto que detrás de la prudencia vive
la cobardía: a veces sí, y a veces no.
miedo
se corre más de miedo que apostando (F.
106).
Dicho popular que significa lo que enuncia. Se aplica cuando
alguien se niega a apostar en el juego o en las carreras de caballos.
El dicho se basa en el doble sentido que la palabra "correr"
tiene: el juego arranca a la voz de "¡corre!",
"correrle" es un eufemismo para decir que alguien se
ha echado para atrás en una apuesta.
miedo
si te huelen el miedo, estás perdido (F. 90 y 116).
Dicho popular que significa lo que enuncia. Funciona a modo de
consejo. Variante: "si te huelen el miedo, te fregaste"
(F. 66
y 90).
miel
de esos que no comen miel, libre Dios nuestros panales (F. 49).
Dicho popular que significa que hay que tener cuidado de los
hipócritas que utilizan la timidez y la bondad como disfraz.
Son los lobos que llevan puesta una indumentaria de piel de oveja.
Hay que tener cuidado con ellos. Tiene, por tanto, el mismo sentido
paremiológico que refranes como "mosca muerta, pica
más" o "mosquita muerta, a la otra puerta".
Tiene la forma de una plegaria. Variante: "de las que no
comen miel, libre Dios nuestro panal" (F. 60); "de los que no comen miel,
libre Dios nuestros panales" (F. 116).
milpa
no hay milpa sin cuitlacoche (F.
48).
Refrán popular de origen ranchero que se usa, paremiológicamente,
para significar que por muy impecable que parezca una persona
o por perfecta que parezca una cosa o situación, invariablemente
tendrán defectos. El cuitlacoche es la mazorca de maíz
con hongo que, sin embargo, es comestible. El refrán tiene
forma sentenciosa. Variantes: "no hay milpa sin cuitlacoches"
(F. 35 y 116); "no hay milpa sin güitlacoches"
(F. 64, 80 y 119); "no hay milpa sin huitlacoche"
(F. 49); "no hay milpa sin huitlacoches"
(F. 66, 90 y 132).
milpa
para que crezca la milpa, le ha de seguir lloviendo (F. 48, 49 y 90).
Refrán popular de origen ranchero que, en primera instancia,
significa lo que dice. "Lloverle en su milpa" o "milpita"
a alguien significa, en el hablar popular mexicana, irle mal,
caer sobre él las dificultades y los problemas. Por tanto,
paremiológicamente, este refrán se usa para consolar
a quien se ve asediado por las dificultades diciéndole
que los problemas son necesarios para su crecimiento. Tiene sabor
moralizante.
minuto
cada minuto nace un chino y un pendejo (F.
90).
minuto
todos tenemos nuestros cinco minutos de pendejo (F. 66 y 90).
Refrán popular que significa lo que dice.
miserere
más vale miserere y no que se quede (F.
12).
Refrán popular que se usa como criterio para resolver
situaciones enojosas como la de un huésped no deseado.
Tiene el mismo sentido paremiológico de "más
vale pedir perdón que pedir permiso" y de "más
vale un carajo a tiempo que cien mentadas después".
miseria
la miseria ahuyenta amigos, y el dinero los atrae (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular que significa lo que enuncia. Se atiene
al tópico, muy frecuente, en el refranero mexicano: en
el rico todo es bueno y en el pobre, malo, como puede verse en
los refranes sobre el dinero. Tiene la forma de una declaración
sentenciosa.
misericordia
donde no hay misericordia, no hay caridad (F.
60).
Dicho religioso que significa lo que enuncia. Funciona más
como una máxima que como un refrán. Tiene forma
sentenciosa.
misión
el que sale a la misión, está expuesto a hacer
el viaje (F. 90 y 116).
Dicho de ladrones que significa que quien sale a robar debe estar
dispuesto a sufrir las consecuencias e ir a la cárcel.
mismo
es lo mismo atrás que en ancas (F.
66).
Dicho exclamativo que se usa en el sentido de la frase interjectiva
"¡es lo mismo!". Como variantes hemos puesto
una serie de dichos que tienen exactamente el mismo sentido:
se trata de tautologías ya verbales, ya semánticas,
aunque su estructura sintáctica y figurativa no siempre
sean de la misma especie. Se trata de juegos de palabras y de
imágenes que dicen lo mismo y funcionan de la misma manera
tanto argumentativa como paremiológicamente. Su mecanismo
de inserción en el contexto verbal en que se usan es el
mismo que el de los refranes acústicos. Variantes: "es
lo mismo atrás que en las espaldas" (F. 132); "lo mismo da Chana que Juana"
(F. 66, 90 y 122); "lo mismo es a pie que andando"
(F. 35, 90 y 116); "lo mismo es atrás
que en ancas" (F. 35, 48, 50, 90, 116 y 131); "lo mismo es atrás
que en las espaldas" (F. 90 y 122); "lo mismo es Chana que Juana"
(F. 12, 90, 122 y 132); "lo mismo es chicha que limonada"
(F. 122); "lo mismo es chile que agujas"
(F. 122); "lo mismo es chile que agujas:
todo pica" (F. 54 y 109); "lo mismo es chile que aguja:
todo pica" (F. 5, 21, 35, 90, 113 y 116); "lo mismo es irse que juirse,
que irse sin avisar" (F. 113); "lo mismo es irse que juirse,
que irse sin pedir licencia" (F 35, 90, 113 y 116); "lo mismo es sin luz que
a oscuras" (F. 116).
mismo
no es lo mismo atrás que en ancas (F.
131).
Esta explicación es una réplica exacta de la del
dicho anterior. En efecto, también éste es un dicho
exclamativo que se usa en lugar de una exclamación. Tiene,
por tanto, el sentido de la frase interjectiva "¡no
es lo mismo!". Como en este tipo de dichos, lo que viene
detrás de la frase nexo es sólo arte verbal
en claves acústicas. Forman parte de las muestras del
barroco mexicano. Funcionan estos dichos de la serie "¡no
es lo mismo!" en sentido contrario que los dichos de la
serie "¡es lo mismo!". También aquí,
hemos puesto como variantes una serie de dichos que tienen exactamente
el mismo sentido: se trata de tautologías ya verbales,
ya semánticas, aunque su estructura sintáctica
y figurativa no siempre sean de la misma especie. Se trata de
juegos de palabras y de imágenes que dicen lo mismo y
funcionan de la misma manera tanto argumentativa como paremiológicamente.
Su mecanismo de inserción en el contexto verbal en que
se usan es el mismo que el de los refranes acústicos.
Variantes: "no es igual 'lo mismo' a 'lo mesmo'" (F.
35 y 116); "no es igual 'lo mismo' que
'lo mesmo'" (F. 90); "no es lo mismo andar atrás
que andar en ancas" (F. 131); "no es lo mismo Chana que
Juana" (F. 66); "no es lo mismo comer que
tirarse con los platos" (F. 35, 66, 90, 110, 113, 116, 122 y 132); "no es lo mismo comer que
tirarse con los trastes" (F. 48 y 90); "no es lo mismo decir: 'María
te ve', que 'vete, María'" (F. 116); "no es lo mismo decir: 'tijeras
viejas para cortar', que 'tijeras para cortar viejas'" (F.
116); "no es lo mismo hablar de
toros, que estar en el redondel" (F. 116); "no es lo mismo las hijas
del caporal, que lo que traigo en mi morral" (F. 41); "no es lo mismo ver comer
que tirarse con los platos" (F. 90 y 122); "no es lo mismo ver llover
que estar en el aguacero" (F. 90 y 116).
mismo
no es lo mismo virrey que se va, que virrey que llega (F. 90 y 116).
Refrán popular de origen novohispano que expresa un principio
de conducta interesada hacia quien detenta el poder. Tiene la
forma de no declaración constatativa. Variantes: "no
es lo mismo virrey que te vas, que virrey que te vienes"
(F. 101); "no es lo mismo virrey que
te vienes, como virrey que te vas" (F. 5).
misterio
después de cada misterio, hay que tirar un cohetito (F. 90 y 116).
Refrán popular que significa, en el contexto figurativo
de una procesión de pueblo, que después de los
momentos de responsabilidad seria viene la diversión.
El "misterio" a que se refiere el refrán, es
la pieza de música que se solía tocar en las procesiones
en que se rezaba el rosario. El "cohetito", en cambio,
tiene su origen en el cohete que se quemaba al cesar la música:
se refiere aquí, sin embargo, al "cuete" o copa
de vino a que se refiere esta invitación entre músicos.
El refrán, pues, es una invitación al cuetito más
que al misterio. Tiene el mismo sentido paremiológico
que el refrán "un rato de Cristo y otro de pisto".
Tiene la forma de una invitación.
misterio
no es posible predecir misterios del porvenir (F. 90 y 116).
Refrán popular que, en forma de una frase didáctica,
significa lo que en forma sentenciosa dice. Para aclarar su sentido
paremiológico, Rubio cita el refrán "nadie
lleva un profeta en ancas". Significa lo mismo.
mochiller
mochiller de peso libre, no reconoce compadre (F. 48, 49, 50 y 90).
Refrán de galleros que significa lo que enuncia. En sentido
paremiológico tiene el sentido de una bravata. En las
peleas de gallos, se llama "mochiller" es el primer
gallo que juega en la pelea de tapados y se le supone el mejor.
Tiene la forma de una exclamación sentenciosa.
mocoso
mocoso con sarampión, su borraja y al rincón (F. 89).
Refrán popular que significa lo que enuncia. Tiene la
forma de una receta.
modo
cada quien tiene su modo de dar chiche (F.
90 y 116).
Refrán popular que significa que cada quien tiene su manera
de hacer las cosas. Tiene la forma de una declaración
sentenciosa. Variante: "cada uno tiene su modo de apearse"
(F. 122).
modo
cuando hay modo, hasta el codo (F.
35, 89, 90 y 116).
Refrán popular que significa, en primera instancia, que
hay que aprovechar las oportunidades para emborracharse. También
funciona como una invitación para aprovechar las circunstancias
para obtener lo que se desea. Tiene la forma de una sentencia
performativa.
modo
debemos comer para vivir y de ningún modo vivir para comer
(F. 110).
Refrán que en forma de quiasmo significa lo que dice.
Tiene la forma de una frase didáctica y moralizante. Por
lo general, este tipo de frases didáctico moralizantes
formaban parte de un acervo doctrinal que se solía enseñar
a guisa de buenos principios para educar en las buenas costumbres.
Sin embargo, este tipo de frases apenas aceptan un uso estrictamente
paremiológico. Su valor es prevalentemente doctrinal.
modo
de todos modos, Juan te llamas (F.
12, 66, 70 y 90).
Dicho popular cuyo uso paremiológico descansa en las tres
primeras palabras "de todos modos". Funciona, por tanto,
como una exclamación interjectiva en ese sentido. Como
los refranes exclamativos de tipo acústico, el resto del
dicho funciona sólo como adorno verbal. Tiene la forma
de una exclamación.
modo
en el modo de agarrar el taco, se conoce al que es tragón
(F. 66).
Refrán popular de tipo semiótico que, en forma
sentenciosa, establece la relación entre una costumbre
que hace las veces de significante y un personaje social que
se descubre como significado. Tanto el significante como el tipo
social hacia el que apunta constituyen la clase paremiológica
de los refranes "en el modo" refranes "en el modo..."
cuyo sentido paremiológico es el mismo. Se atienen al
tópico "la habilidad descubre al experto". Tiene
forma declarativa. Variante: "en el modo de agarrar el taco,
se conoce el que es tragón" (F. 90).
modo
en el modo de cortar el queso, se conoce el que es tendero (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario admirativo sobre las cualidades de alguien:
aquí es el tendero. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
en el modo de escupir, se conoce el que es baboso (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario peyorativo a los defectos de alguien: en este
caso al que es baboso. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
en el modo de montar, se conoce el que es jinete (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario admirativo sobre las cualidades de alguien:
en este caso es el buen jinete. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
en el modo de partir el pan, se conoce al que es tragón
(F. 46, 90 y 132).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario peyorativo a los defectos de alguien: aquí
aparece el tragón. Tiene forma declarativo exclamativa.
Variante: "en el modo de partir el pan, se conoce el que
es tragón" (F. 116).
modo
en el modo de partir el pan, se conoce el que es hambriento (F. 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario peyorativo a los defectos de alguien: aquí
aparece la figura del hambriento. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
modo en el modo de pedir, está el modo de dar (F. 90 y 116).
Refrán popular que en forma de una declaración
sentenciosa aconseja pedir de buen modo para que el modo de dar
correspondiente sea bueno. Pese a su apariencia, no forma parte
de los refranes "en el modo...". Su sentido paremiológico,
en efecto, estpa esbozado en el mismo refrán: "como
pidas te doy". Significa lo que enuncia. Tiene forma declarativo
exclamativa. Variante: "en el pedir está el dar"
(F. 116).
modo
en el modo de rezar, se conoce el que es mendigo (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario peyorativo a los defectos de alguien: aquí
aparece la figura del mendigo. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
en el modo de soplar, se encuentra el modo de enfriar (F. 90 y 116).
Refrán popular que en forma de una declaración
sentenciosa aconseja comportarse de la manera como uno querría
que los demás se comporten con uno. Tampoco forma parte
de los refranes "en el modo..." pese a su apariencia.
Su sentido paremiológico, en efecto, estpa esbozado en
el mismo refrán: "como pidas te doy". Significa
lo que enuncia. Tiene forma declarativo exclamativa.
modo
en el modo de volar, se conoce el que es palomo (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario admirativo sobre las cualidades de alguien:
aquí es el palomo. Las figuras ya no son personajes de
la vida diarias sino animales símbolo Tiene forma declarativo
exclamativa.
modo
en el modo de volar, se conoce la que es grulla (F. 90 y 116).
Refrán popular de tipo semiótico según el
modelo de los refranes "en el modo..." y con su mismo
sentido paremiológico. Significa lo que enuncia. Se usa
para un comentario admirativo sobre las cualidades de alguien:
aquí se trata de la grulla. Las figuras ya no son personajes
de la vida diarias sino animales símbolo Tiene forma declarativo
exclamativa.
modo
ni modo de hacer correr, a la que está corveada (F. 48, 49 y 90).
Dicho popular de origen ranchero cuyo uso paremiológico
descansa en las dos primeras palabras "ni modo". Funciona,
por tanto, como una exclamación interjectiva en ese sentido.
Como los refranes exclamativos de tipo acústico, el resto
del dicho funciona sólo como adorno verbal. Estar corveado
un animal es una enfermedad de las corvas que le impiden correr.
Tiene la forma de una exclamación.
modo
ni modo de irlas a ver, cuando las andan cuidando (F. 90 y 116).
Dicho popular que funciona como lamentación resignada
o grito de conformidad de enamorado celoso con respecto a las
mujeres. En sentido paremiológico, se utiliza para resignarse
a una situación en que son tantas las dificultades que
se presentan para obtener algo que es mejor, aconseja implícitamente
el dicho, dejar el asunto en paz. Tiene la forma de una exclamación
y la función de un consejo.
modo
todo está en el "mo mo de o do" (F. 116).
Dicho que significa, quitados los malabarismos silábicos
del octosílabo, "todo está en el modo"
que, como hemos visto, es la base de varios de los refranes anteriores
en los que funciona como tópico. Tiene una forma exclamativa
en donde el sentido queda supeditado a un juego torpe de sonidos.
No parece tener la difusión, el uso y la aceptación
discursiva necesarios para ser considerado como refrán.
mole
mole sin ajonjolí, ni para ti ni para mí (F. 130).
Refrán popular relativo a la receta del mole que, en forma
interlocutiva, significa que nadie quiere el mole que no esté
hecho con ajonjolí. Se trata, por tanto, de un refrán
construido sobre uno de los ingredientes de la receta del mole.
Tiene una forma exclamativo connativa y su hechura acústica
descansa en la aliteración en "i" sobre la que,
además, está construida la rima consonante en sus
dos hemistiquios.
mole
no digas "no comí mole" sin limpiarte los morritos
(F. 130).
Refrán popular relativo a la manera de comer mole. Tiene
una forma exclamativo connativa.
mole
no hay mole si no se muele (F.
130).
Refrán popular relativo a la receta del mole que, en forma
sentenciosa, expresa otro de los requisitos en la receta del
mole: que se muela. La estructura acústica se basa en
un juego de palabras y sonidos entre "mole" y "muele".
mole
no hay nada más descarado que mole, cojo y ahogado (F. 130).
Refrán popular relativo a la forma de comer el mole y
a las notorias huellas que deja: el dicho las compara al andar
de un cojo y a la apariencia de un ahogado. El poner al ahogado
junto al mole y al cojo, parece ser sólo para acomodar
la rima consonante del dicho.
mole
p'a mole su gallo viejo, que ya mi pollita canta (F. 5).
Dicho exclamativo relativo al mole que, en forma exclmativa,
expresa lo que enuncia. Variante: "p'a mole su gallo viejo"
(F. 98).
mole
si de prisa haces el mole, ¿qué dejas p'a hacer
despacio? (F. 130).
Refrán popular que asienta que el mole ha de hacerse despacio.
El refrán está estructurado en forma de una prótasis
cuyo contenido es el mole hecho de prisa y, en vez de apódosis,
una pregunta retórica: "qué dejas p'a hacer
despacio?". El mismo refranero ya tiene una lista de las
cosas que deben hacerse despacio: "beber y comer, despacio
ha de ser", dice un refrán. Y otro prefiere una lista
diferente: "cagar, coger y comer, despacio ha de ser".
mole
si pretendes mole, cuida la olla (F.
130).
Refrán popular que, en forma de una interlocución,
aconseja cuidar la olla. Se usa también, paremiológicamente,
para aconsejar el cuidado de aquellas cosas que se necesitan
o que se quieren disfrutar. Tiene la estructura de los viejos
consejos clásicos: "si quieres la paz, prepara la
guerra" (si vis pacem, para bellum)
molito
molito de oveja, el que quiere lo come, y el que no, lo deja
(F. 66 y 90).
Frase gnómica popular que toma el molito de oveja para
ensamblar una frase cuyo sentido paremiológico es el de
una exclamación que se usa en el contexto de una comida:
"ésto es lo que hay, el que quiera que lo coma y
el que no que lo deje". El molito de oveja parece sólo
un requisito de la rima.
mono
lo que hace el mono, hace la mona (F.
24, 70 y 116).
Refrán popular que, en forma de una declaración,
satiriza a quienes no tienen iniciativa propia y se la pasan
imitando a los demás. Se usa para sancionar esas situaciones.
Variante: "lo que hace el mono, hace el mico" (F. 24, 90 y 122).
mono
mono, perico y poblano, no lo toques con la mano; tócalo
con un palito, que es un animal maldito (F.
35 y 116).
Dicho popular que, de manera insultante en algunas de sus variantes,
se refiere satíricamente al poblano: es parte de la lucha
folclórica entre las diferentes regiones del país.
Tiene la forma de una exclamación que quiere sonar a consejo:
"no lo toques con la mano". Significa, pues, lo que
enuncia. Ya hemos mencionado que en el refranero mexicano hay
varios refranes y dichos que forman parte del afán mexicano
al apodo y la sátira contra los habitantes de alguna ciudad
o región. Zacatlán, Querétaro, Guanajuato,
Silao, Tabasco y muchos otros son algunos ejemplos de ello. Si
desde el siglo XVI hay huellas de estas pugnas y la necesidad
de afirmar la propia identidad con alguna leyenda de fundación
ante otra ciudad, el refranero recoge las puyas de una pugna
que aún no acaba. Variantes: "mono, perico, poblano,
no los cojas con la mano" (F. 37); "mono, perico y poblano, no
los toques con la mano; tócalos con un palito, que es
animal maldito" (F. 66); "mono, perico y poblano, no
lo toques con la mano" (F. 5); "mono, perico y poblano, no
los toques con la mano; tócalos con un palito, y de lejito"
(F. 64); "mono, perico y poblano, no
los cojas con la mano" (F. 132); "mono, perico y poblano,
no los toques con la mano" (F. 12, 90, 98 y 122); "mono, perico y poblano,
no los toques con la mano; tócalos con un palito"
(F. 122).
mono
no seas mono, porque te bailan (F.
90 y 116).
Dicho popular que, en forma de un consejo, insta al que se hace
el gracioso, el galán o el presumido a no adoptar tales
o semejantes actitudes porque puede quedar en ridículo.
Se usa para frenar tales actuaciones.
montura
montura sin estribos, no es montura (F.
12).
Refrán popular, de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
significa lo que enuncia.
morir
para morirse, nacer, estornudar y calzonear, no se puede uno
esperar (F. 49 y 122).
Refrán popular, que en forma sentenciosa, significa lo
que enuncia. No requiere explicación.
moro
moro, si sale bueno, vale un tesoro (F.
105).
Refrán ranchero sobre caballos que, en forma sentenciosa
y, contra lo que dicen otros refranes contra el caballo moro,
aquí asienta que vale un tesoro. Las opiniones, por tanto,
que en el refranero quedaron consignadas sobre el valor de los
caballos a partir del color son arbitrarias.
moro
moro y grullo, no los montes (F.
12).
Refrán ranchero sobre caballos que aconseja no montar
los caballos de esos colores. Se usa en sentido literal. Como
ya hemos visto, este tipo de consejos forma parte de las opiniones
y supersticiones que en el mundo de la charrería se vierten
sobre los colores de los caballos. Se trata aquí de los
caballos moro y grullo. El caballo moro es tanto el caballo de
color negro o muy oscuro, como el caballo de color negro con
una estrella blanca en la frente. El caballo grullo, en cambio,
es el caballo de color ceniciento. Tiene la forma de un consejo.
morral
sólo el que carga el morral, sabe lo que lleva dentro
(F. 12).
Refrán popular, de corte sentencioso exclamativo, que
se atiene al tópico de que "sólo cada quien
conoce el calibre de sus penas". Tiene el mismo sentido
paremiológico de los refranes "sólo el que.."
o "sólo el..." y análogos como "sólo
el que carga el costal, sabe lo que lleva dentro"; "el
que carga su tenate, sabe lo que lleva dentro"; "sólo
el dueño del petaca sabe lo que trae en ella"; "sólo
la cuchara sabe lo que tiene adentro la olla"; "cada
quien sabe lo que carga su costal"; "cada quien sabe
lo que carga en su morral". En todos los casos, hay un "adentro"
en donde se guardan cosas que sólo ha experimentado el
portador y el "afuera" de las apariencias. Lo que cuenta
es el adentro. Variantes: "el que carga su morral, sabe
lo que lleva dentro" (F. 24); "el que carga su morral, sabe
lo que lleva en él" (F. 48, 49, 90 y 106); "sólo el que carga
el morral, sabe lo que lleva adentro" (F. 89).
mortificar
lo que mortifica, ni se recuerda ni se platica (F. 90 y 116).
Refrán popular, que en forma sentenciosa, significa lo
que enuncia. No requiere explicación.
mozo
el que es buen mozo, como quiera parece (F.
116).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, significa que
el que es bien parecido no necesita arreglarse.
muchacho
cada muchacho trae su torta (F.
90 y 116).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, significa que
el nacimiento de alguien es un acontecimiento que trae fortuna
a los padres: trae su comida.
muchacho
de balde, ni los muchachos nacen buenos (F.
66, 90 y 132).
Refrán popular que, en forma exclamativa, significa que
tpda educación cuesta.
muchacho
el muchacho malcriado, dondequiera encuentra padre (F. 90 y 116).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, significa que
al muchacho grosero todo mundo lo anda educando de tanto que
lo corrige.
muchacho
los muchachos y los borrachos, dicen las verdades (F. 37, 90 y 116).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, significa lo
que enuncia. Se usa, por lo general, cuando un niño hace
algún comentario aparentemente impertinente.
muchacho
muchacho que no es travieso y viejo que no es regañón,
no cumple su obligación (F.
116).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, significa lo
que enuncia: los muchachos son traviesos y los viejos son regañones.
Variante: "muchacho que no es travieso y viejo que no es
regañón, no cumplen su obligación"
(F. 90).
muchacho
quien con muchachos se acuesta, con su pan se lo coma (F. 116).
Refrán popular que significa que el que con muchachos
se acuesta debe atenerse a las consecuencias. De hecho, no es
más que una variante del viejo refrán tradicional
"el que con niños se acuesta cagado (mojado) amanece".
Variante: "quien con muchachos se acuesta, que con su pan
se lo coma" (F. 66).
muerta
más vale, o más valía, llorarlas muertas,
y no en ajeno poder (F. 66).
Refrán popular de la serie "más vale.."que,
en forma exclamativa, expresa sus sentimientos hacia las mujeres.
Se atiene al principio "o mías o de nadie".
muerte
como la muerte de Apango: ni come ni bebe ni va al fandango (F. 5).
Refrán popular de tipo ejemplo que se construyen sobre
una comparación precedida o no de una introducción
del tipo "ser o estar como..." o simplemente "como".
La primera parte de estos refranes hace las veces de un "ejemplo"
retórico y la segunda, las de su aplicación. En
este caso, el refrán proclama, de manera exclamativa,
lo que enuncia. Se aplica a quienes se abstienen de manera absoluta
de las diversiones. Apango sólo parece entre en el texto
por necesidades de rima. Variantes: "como la muerte de Apango:
ni chupa ni bebe ni va al fandango" (F. 66 y 132); "como la muerte de Apango,
que ni chupa ni bebe ni va al fandango" (F. 89, 90, 109 y 122); "como la muerte de Apango,
que ni chupa ni va al fandango" (F. 116); "como la muerte de Apango,
que ni fuma ni bebe ni va al fandango" (F. 83).
muerto
al muerto y al consorte, a los tres días no hay quien
los soporte (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa expresa lo que
significa. Hay rima consonante entre sus partes. Hay un refrán
con el mismo sentido paremiológico que junta al muerto
no con el consorte sino con el "arrimado". Dice así:
"el muerto y el arrimado a los tres días apestan".
No requiere explicación.
muerto
donde lloran, está el muerto (F.
12, 35, 37,
66, 89, 90, 116 y 132).
Refrán popular de tipo familiar que sirve para sancionar
situaciones en que alguien llora mucho su pobreza y falta de
dinero. Aplicado en situaciones como éstas se da a entender
que quien lloriquea por falta de dinero es que lo tiene. Tiene
forma sentenciosa. Variante: "donde lloran, ahí está
el muerto" (F. 122).
muerto
el muerto a la sepultura, y los vivos a la diablura (F. 37).
Refrán popular que funciona como una invitación
a dejar el duelo y seguir la vida. Su sentido paremiológico
es el mismo que el del refrán español: "el
muerto al hoyo, y el vivo al bollo". Tiene forma sentenciosa.
Variante: "el muerto a la sepultura, y el vivo a la travesura"
(F. 66, 89, 90 y 116).
muerto
hay muertos que no hacen ruido, y son mayores sus penas (F. 90, 116, 122 y 132).
Refrán popular de tipo exclamativo y sentencioso, de la
serie "hay + nombre", que significa que las apariencias
engañan y que las penas se cargan dentro. Tiene el mismo
sentido paremiológico que refranes como "sólo
el que se ha muerto sabe lo que son responsos" o "sólo
la cuchara sabe lo que hay dentro de la olla"Tiene forma
sentenciosa. Variante: "hay muertos que no hacen ruido,
y es más grande su penar" (F. 66 y 90).
muerto
los muertos nada se llevan, pero nada dejan (F. 37).
Refrán popular de estilo sentencioso que sentencia lo
que indica: los muertos son muertos y ni se llevan ni dejan nada.
muerto
no se puede cargar el muerto y cantar el alabado (F. 90 y 116).
Refrán popular de probable origen ranchero y del tipo
"no se puede.." que establece dos cosas que no se pueden
hacer al mismo tiempo: en este caso, cargar al muerto y cantar
el "alabado". Es de tipo exclamativo y sentencioso.
Son muchos los refranes de esta serie que contraponen las más
variadas situaciones tomadas de la vida cotidiana. El "alabado"
es un himno religioso que se rezaba o cantaba a cualquier hora
de la noche sobre todo en el campo. Este refrán se suele
usar para conjurar situaciones en que alguien quiere monopolizar
funciones sobre todo incompatibles.
muerto
se hace pesado el muerto, cuando siente que lo cargan (F. 66 y 90).
Refrán popular que se usa para sancionar situaciones en
que a alguien o a algo a que se le ha prestado atención
exige más y se complica. Es de tipo exclamativo y sentencioso.
muerto
sobre el muerto las coronas (F.
37, 89, 90, 122, 132 y 133).
Frase popular que significa que hay que actuar enseguida. No
tiene rasgos paremiológicos y parece funcionar más
como un modismo.
mugroso
afana mugrosos, y no pelucos (F.
90 y 116).
Dicho de cacos que funciona como consejo que insta a robar (robar)
más bien billetes de banco (mugrosos) y no monedas metálicas
(pelucos). Este consejo, desde luego, era útil a los ladrones
de principios del siglo XX donde circulan monedas que son apetecibles
a los ladrones.
mujer
a la mujer, ni todo el amor ni todo el dinero (F. 12).
Refrán popular que en forma de una regla para donjuanes
que gustan de frecuentar ciertos ámbitos aconseja no entregar
a la mujer ni todo el amor, ni todo el dinero como una técnica
para retenerla. Variante: "a las mujeres, ni todo el amor
ni todo el dinero" (F. 66, 90, 116 y 132).
mujer
a la mujer y al ladrón, quitarles la ocasión (F. 66).
Refrán popular que literalmente significa lo que enuncia.
La vieja idea occidental sobre la mujer la presenta como un ser
voluble y de muy frágil voluntad: para remediarlo tenía
recluidas a las mujeres ya en conventos, ya en el hogar. Con
respecto al ladrón, ya un refrán dice que "la
ocasión hace al ladrón" y otro que "cuando
la puerta está cerrada, siempre es un loco el que la abre"
y, finalmente, "puerta que se abre, te llama"
mujer
a la mujer y a los charcos, no hay que andarles con rodeos (F. 66 y 90).
Refrán popular que literalmente significa lo que enuncia
y paremiológicamente se aplica para aconsejar, bajo esas
imágenes, no andarse con rodeos. Es decir, afrontar las
dificultades que se presentan a lo que uno ha proyectado. Se
dice también, en el mismo sentido, que "hay que agarrar
el toro por los cuernos". La variante "a las mujeres
y a los charcos hay que entrarles por en medio" alude al
sexo de la mujer y parece ser el tema primario del refrán
que utiliza los charcos como complemento figurativo. Variante:
"a las mujeres y a los charcos, no hay que andarles con
rodeos" (F. 116).
mujer
a las mujeres bonitas y a los buenos caballos, los echan a perder
los pendejos (F. 66 y 90).
Refrán popular, de origen ranchero, que en forma sentenciosa
que dice lo que enuncia. Son muchos los refranes en que aparecen
juntos el caballo y la mujer. Así: "el caballo y
la mujer a nadie se han de prestar"; "el caballo y
la mujer, al ojo se han de tener"; "el caballo y la
mujer, de pecho y de anca se han de escoger"; "el caballo
y la mujer, por raza has de escoger". El refrán supone
que una mujer bonita es como un caballo bueno: ambos requieren
un trato especial. Variante: "a la mujer bonita y a los
caballos buenos, los echan a perder los pendejos" (F. 70).
mujer
busca mujer por lo que valga, y no sólo por la nalga (F. 66 y 90).
Refrán popular que en forma de consejo significa lo que
enuncia: que la apariencia de la mujer no es tan importante como
su valor como persona. Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios
octosílabos.
mujer
de la mujer mal puedes hablar, pero sólo hasta que llega
la hora de acostar (F. 66).
Dicho vulgar que significa que a la mujer en la cama hay que
tratarla bien. De hecho, se trata de un dicho machista que deja
entrever una muy baja calidad humana.
mujer
el que presta la mujer para bailar o el caballo para torear,
no tiene que reclamar (F. 90 y 116).
Refrán popular, de probable origen ranchero, que en forma
de sentencia significa lo que enuncia. El refranero mexicano
enfatiza que para un hombre hay cosas que no se prestan: el caballo,
el rifle y, desde luego, la mujer, que forma parte del ajuar
del ranchero como las otras. Si contraviene esta regla fundamental,
no tiene nada que reclamar después. Tiene rima consonante
entre los dos hemistiquios. Variante: "el que presta la
mujer para bailar y el caballo para torear, no tiene que reclamar"
(F. 105).
mujer
el que tú juzgas tarugo, te vuela hasta la mujer (F. 66 y 90).
Refrán popular, de probable origen ranchero, que en forma
de sentencia significa lo que enuncia. El refranero mexicano
enfatiza que para un hombre hay cosas que no se prestan: el caballo,
el rifle y, desde luego, la mujer, que forma parte del ajuar
del ranchero como las otras. Si contraviene esta regla fundamental,
no tiene nada que reclamar después. Tiene rima consonante
entre los dos hemistiquios.
mujer
entre la mujer y el gato, ni a cuál ir de más ingrato
(F. 66, 90 y 116).
Refrán popular que en forma de sentencia significa lo
que enuncia. Si un refrán compara la mujer con el perro
en cuanto a su habilidad para fingir cuando aconseja "en
cojera de perro y lágrimas de mujer no hay que creer";
éste la compara con el gato en cuanto a su ingratitud.
Se trata en los dos casos de refranes machistas. Tiene rima consonante
entre los dos hemistiquios.
mujer
es mejor ser mujer pública que hombre público (F. 37).
Refrán popular que en forma de sentencia significa lo
que enuncia. "Mujer pública" es un eufemismo
para designar a la prostituta. La expresión "hombre
público", si bien puede designar al político
o al gobernante, por virtud del doble sentido del refrán
significa al individuo que se dedica a la prostitución.
El refrán asienta que ello es peor que cuando se trata
de una prostituta. Está estructurado, pues, sobre la contrastación
entre una "mujer pública" y un "hombre
público". Forma parte de la serie de refranes "más
vale..." aquí bajo la fórmula equivalente
"es mejor..". Variante: "más vale ser mujer
pública que hombre público" (F. 90 y 116).
mujer
jalan más las mujeres que los coches (F. 12).
Refrán popular cuyo tópico subyacente, "la
atracción de la mujer al hombre es el más fuerte
de los vínculos sociales" atraviesa, como lo hemos
visto. Todos los refraneros hispánicos. Las imágenes
que el refranero usa para figurar esa fuerza son varias. Por
ejemplo: "jala más rebozo que un caballo brioso";
"jalan más dos tetas que cien carretas" o, simplemente,
"jalan más tetas que carretas". Aquí
es un coche.
mujer
la mujer, alta y delgada; y la yegua, colorada (F. 49, 66, 90 y 116).
Refrán popular, de probable origen ranchero, que en forma
de sentencia significa lo que enuncia: señala lo que desde
un punto de vista deben ser los rasgos de la mujer y los compara
con los de una yegua. Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios.
mujer
la mujer buena no tiene ojos ni orejas (F.
66).
Refrán popular de corte tradicional que en forma sentenciosa
propone una imagen ideal de "mujer buena": no es chismosa.
mujer
la mujer, en sus quehaceres, para eso son las mujeres (F. 90 y 116).
Refrán popular, de corte machista, que en forma de sentencia
significa lo que enuncia: las mujeres son para los quehaceres
domésticos. Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios.
mujer
la mujer es honrada hasta las dos de la tarde (F. 66, 90 y 132).
Refrán popular de tipo vulgar que en forma exclamativa
expone el punto de vista machista y vulgar según el cual
la honradez de la mujer descansa en el quehacer doméstico
y en la vigilancia del marido.
mujer
la mujer honesta nunca debe creerse sola (F.
90 y 116).
Refrán popular de tipo machista que supone que todas las
mujeres están propensas al adulterio si no se sienten
vigiladas. El refrán suena a consejo para la mujer: siéntase
que está siendo vigilada para que no caiga.
mujer
la mujer por la honra, el buey por el asta y el hombre por la
palabra (F. 90 y 122).
Refrán popular de índole sentenciosa que propone
las cualidades distintivas de la mujer, el buey y el hombre:
la honra, el hasta y la palabra, respectivamente. Tiene forma
sentenciosa.
mujer
la mujer que fue tinaja, se convierte en tapadera (F. 66, 70, 90, 116 y 132).
Refrán popular de índole sentenciosa que asienta
que la mujer que fue prostituta se convierte en alcahueta
mujer
la mujer y el melón, bien maduritos (F.
110).
Refrán popular de índole sentenciosa que significa
lo que enuncia.
mujer
la mujer y el perro son los dos únicos animales que se
ganan el pan a base de caricias (F.
110).
Dicho machista de índole sentenciosa que significa lo
que enuncia.
mujer
la mujer y la guitarra, son de quien las toca (F. 116).
Dicho machista de índole sentenciosa que significa lo
que enuncia. Describe la función de la mujer sólo
como un ser para el sexo y tiene el mismo sentido ofensivo que
dicho anterior "la mujer y el perro son los dos únicos
animales que se ganan el pan a base de caricias". Variante:
"la mujer y la guitarra, responden si se les toca"
(F. 66 y 90).
mujer
mujer a quien le das lo que te pide, mujer que te dará
lo que le pidas (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular que en forma de sentencia significa lo
que enuncia: subyace el sentido de favor sexual. Está
estructurado en forma paralelística y sobre la contraposición
entre "pide" y "pidas".
mujer
mujer con bozo, beso sabroso (F.
90 y 116).
Refrán popular, de corte machista, que en forma de sentencia
significa lo que enuncia. La variante "mujer con bozo, culo
sabroso" pone las cualidades de la mujer con bozo más
allá del beso. Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios.
mujer
mujeres juntas, sólo difuntas (F.
66, 90 y 116).
Refrán popular de buena hechura que, en forma sentenciosa,
significa lo que enuncia. Rubio lo explica así: "porque
reunidas algunas mujeres siempre hablan demasiado y con mucha
ligereza". En realidad, la razón en cuestión
parece no ser otra que la sinrazón de un prejuicio masculino
más contra la mujer. Tiene rima consonante entre sus dos
hemistiquios.
mujer
mujer poblana, Ocotlana (F. 21, 90, 109 y 116).
Refrán popular, de corte machista, que en forma de sentencia
significa lo que enuncia. Rubio explica que "ocotlana"
se debe a "lo común que es en el Estado de Puebla
el nombre de María Ocotlana".. Tiene rima consonante
entre los dos hemistiquios.
mujer
mujer que agarra tejido, mujer que espera marido (F. 12).
Refrán popular que, en forma sentenciosa, asienta que
una mujer con tejido señal que busca marido. Es un refrán
semiótico. Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios.
mujer
mujer que con curas trata, poco amor y mucha reata (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
expresa su desconfianza hacia los curas y hacia la mujer que
con ellos trata. Propone tratar duramente a tal mujer: "poco
amor y mucha reata". Tiene rima consonante entre los dos
hemistiquios.
mujer
mujer que de noche se pasea, es muy puta, vieja o fea (F. 66).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
expresa su opinión sobre la mujer que pasea de noche:
o ya está muy vieja, o es muy puta o está muy fea.
Tiene rima consonante entre los dos hemistiquios. Variante: "mujer
que de noche se pasea, es muy puta, vieja y fea" (F. 90).
mujer
mujer que quiera a uno solo y banqueta para dos, no se hallan
en Guanajuato ni por el amor de Dios (F.
90 y 116).
Dicho popular que se refiere satíricamente tanto a las
mujeres de Guanajuato como a las calles de esa ciudad. Ya hemos
señalado la índole folclórica de este tipo
de dichos y su relación con las pugnas interregionales.
entre las diferentes regiones del país. Tiene la forma
de una exclamación.
mujer
mujer que se va y carta que no llega, cabrón el que las
siga (F. 66 y 90).
Refrán popular que, en forma exclamativa, sentencia que
en el juego del amor y en el de las cartas no hay que buscar
ni la carta que no llega ni la mujer que se va. Quien haga lo
contrario, dice el refrán, "es un cabrón"
o, según una variante, un "pendejo". Variante:
"mujer que se va y carta que se niega, cabrón el
que las siga" (F. 90 y 132).
mujer
mujer que viste de seda, en su casa se queda (F. 90 y 116).
Refrán popular, de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
expresa que el atuendo de la mujer no debe ser muy lujoso. Este
refrán parece haber recogido algunos de sus elementos
del refrán español "aunque la mona se vista
de seda, mona se queda". Tiene rima consonante entre los
dos hemistiquios.
mujer
mujer sin aretes, altar sin ramilletes (F.
90 y 116).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
significa lo que enuncia: que toda mujer debe usar aretes pues
sin ellos se ve "desairada", dice Rubio. Tiene rima
consonante entre sus dos hemistiquios.
mujer
ni mujer que hable latín, ni hombre que hable como gachupín
(F. 5).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
significa lo que enuncia: hay que cuidarse de ambos. Si ya hemos
visto la aversión del refranero al "gachupín",
no menos se ocupa negativamente de la mujer que sabe latín
en refranes como: "de hombre caminero y ruin, de mujer que
habla latín y de caballo sin rienda, Dios nos libre y
nos defienda"; "mujer que sabe latín ni encuentra
marido ni tiene buen fin"; o, finalmente, "mula que
hace hin y mujer que parla latín nunca hicieron buen fin".
Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios.
mujer
ni mujer que otro ha dejado, ni caballo emballestado (F. 90 y 116).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma sentenciosa,
significa lo que enuncia: que no hay que tomar a una mujer que
otro ha dejado ni hay que montar un caballo emballestado. Argumentativamente,
este refrán está estructurado como la confrontación
entre dos casos: una mujer dejada por "otro", por una
parte, y un "caballo emballestado", por otra. "Emballestado"
es un término de la medicina veterinaria propio de los
caballos. En México, en efecto, la emballestadura es una
enfermedad es una enfermedad incurable de caballos o mulas, consistente
en una debilidad de las manos que hace que las traiga dobladas
y que saque las rodillas para adelante; ello hace peligrosos
para montar a tales animales pues tropiezan con frecuencia y
se caen: ello los hace inútiles para el trabajo. Tiene
rima consonante entre sus dos hemistiquios.
mujer
no hables mal de las mujeres, porque hijo de mujer eres (F. 37).
Refrán popular de corte tradicional que, en forma interlocutiva,
aconseja lo que enuncia: no hablar mal de la mujer porque se
es hijo de mujer. Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios.
mujer
sin contar a la mujer, lo más traidor es el vino (F. 66).
Refrán popular de corte tradicional y machista que, en
forma sentenciosa, asienta que el vino y las mujeres son lo más
fácilmente hace perder la cabeza al hombre. Tiene rima
consonante entre sus dos hemistiquios.
mujer
¿vives con mujer celosa?; dale su agüita sabrosa
(F. 90 y 116).
Refrán popular estructurado por la secuencia pregunta
respuesta que significa que los celos de la mujer se calman
si se le atiende sexualmente como es debido.
mula
a cada mula le gusta su comedero (F.
48, 49, 50 y 90).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia: que a cada quien le gusta su hogar.
mula
cuando la mula dice "no paso" y la mujer "me caso",
la mula no pasa y la mujer se casa (F.
12, 66 y 90).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma casuística,
asienta lo que enuncia: que la mujer es terca como una mula.
Como se sabe, en la cultura hispánica, la mula y su consorte,
el macho, son reconocidos símbolos de la terquedad. Así
se dice: "De que dice esta mula es mi macho, ha de ser macho
la mula"; o bien: "más terco que el macho de
Pichilingue". Tiene rima asonante al mezzo en cada
hemistiquio. Variantes: "de que la mula dice: 'no paso',
la mujer: 'me caso'; la mula no pasa y la mujer se casa";
"mula que dice 'no paso' y mujer que dice 'me caso', la
mula no pasa y la mujer se casa" (F. 105).
mula
cuando la mula es mula, aunque la carguen de santos (F. 66 y 90).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia: que la mula siempre será como
es su naturaleza. En sentido paremiológico se usa para
sancionar cualquier asunto de terquedad en que los implicados
sean gente con prestigio social: el que es terco siempre lo será
dedíquese a lo que se dedique. Variante: "la mula
qu'es malhora, ni que la carguen de santos" (F. 106).
mula
de que la mula es juilona, aunque la dejen maneada (F. 106).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia: cada quien actúa de acuerdo con
su manera de ser aunque tenga para ello que vencer obstáculos.
"Juilona", en el hablar tabasqueño, significa
que le da por huir.
mula
entre mula y mula, nomás las patadas se oyen (F. 70 y 90).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma exclamativa,
asienta lo que enuncia. Su sentido paremiológico es que
las relaciones entre los violentos, son violentas. Se usa, por
tanto, para sancionar peleas de gente así. Variantes:
"como nido de tejones: nomás los uñazos se
oyen" (F. 70, 90 y 116).
mula
la mula es mula, y cuando no patea, recula (F.
35, 49, 70, 90, 106 y 116).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia: que la mula siempre será como
es su naturaleza. En sentido paremiológico se usa para
sancionar cualquier asunto de terquedad. El segundo hemistiquio
expone los atributos de la mula"patear y recular. Sirve,
además, de excelente coronación de rima consonante
al pie dejado por el primer hemistiquio. Variante: "mula
mañosa, o patea o arrecula" (F. 12).
mula
la mula mandinga, que con uno no puede y con dos respinga (F. 90 y 122).
Refrán popular de origen tabasqueño que, en forma
exclamativa, asienta que la mula es floja y sin energía,
como un negro. La palabra "mandingo" designa tanto
al negro, como al diablo y, en general, al hombre flojo y sin
energías. Con ello el sentido paremiológico del
dicho se aplica a quienes son haraganes y no sirven para hacer
nada. Tiene rima consonante entre sus hemistiquios. Variante:
"la mula mandinga, que no puede con uno y con dos respinga"
(F. 106).
mula
las mulas gordas hacen la jornada en doble tiempo (F. 41).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia.
mula
mula larga de carona, mula cansona (F.
49).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma sentenciosa,
asienta lo que enuncia. Se basa en uno de los prejuicios rancheros
sobre la relación entre las características de
los animales con sus cualidades y defectos. En este caso, se
trata de la mula ¨"larga de carona". Tiene rima
consonante entre sus hemistiquios.
mula
mula, ni la que vaheó a Cristo (F.
90).
Refrán popular de origen ranchero que, en forma exclamativa
expresa un rechazo total a la mula.
mula
ni mula alazana, ni mujer poblana (F.
90 y 116).
Refrán popular producto de las pugnas interregionales,
ya mencionadas, que expresa sus fobias contra la mujer poblana
a la que compara con una "mula alazana" que, de acuerdo
con los parámetros del refranero tiene defectos por ser
mula y por ser alazana, como se ha dicho arriba. Sus hemistiquios
están unidos por rima consonante.
mula
no se debe engordar la mula matando de hambre al caballo (F. 110).
Refrán popular, de origen ranchero, que aconseja lo que
enuncia: la mula no sirve y el caballo, si: no es buen negocio
acabar con algo que sirve, el caballo, en beneficio de lo que
sirve, la mula.
mula
para la mula, el tapojo (F. 49).
Refrán popular, de origen ranchero, que aconseja en forma
sentenciosa lo que enuncia: poner tapaojos a las mulas para que
no se espanten ni se distraigan. Variante: "para la mula,
el tapaojo" (F. 106).
mula
peleando y charreando en mula, muy pronto se capitula (F. 90, 105 y 116).
Refrán popular, de origen ranchero, que sentencia lo que
enuncia: bajo el presupuesto de que las mulas no sirven para
nada, no hay que usarlas ni para pelear, ni para charrear, dice
este refrán. Sus hemistiquios están unidos por
rima consonante.
mula
prietitas, hasta las mulas son buenas (F.
66, 90 y 132).
Dicho popular, de origen ranchero, que en forma exclamativa funciona
como un bonito piropo a las mujeres "prietitas". Variantes:
"prietas, hasta las mulas son buenas" (F. 35); "prietas, hasta las mulas
son buenas, como que patean muy fuerte" (F. 70).
mula
si la mula se encuarta, poca cuarta (F.
90
y 116).
Refrán popular, de origen ranchero, que aconseja, en forma
sentenciosa, no golpear a la mula que está enredada. Sus
hemistiquios están unidos por rima consonante.
mula
siempre la mula será algo así como medio asno (F. 105
y 116).
Refrán popular, de origen ranchero, que en forma sentenciosa,
la verdad ranchera fundamental por la que la mula no es aceptable:
es medio burro. Variante: "la mula siempre ha de ser hija
del burro" (F. 49).
mula
si tienes mula de silla, perderás tu dignidad (F. 105).
Refrán popular, de origen ranchero, que asienta, en forma
interlocutiva sentenciosa, que montar en mula es indigno
muladar
no hay muladar sin pulgas (F. 12).
Refrán popular que en forma sentenciosa asienta lo que
enuncia: todos los muladares tienen pulgas. Se usa para expresar
repugnancia y rechazo hacia los lugares poco aseados. Es de los
refranes "no hay..".
mundo
el que quiera del mundo gozar, ha de cargar su costal (F. 37).
Refrán popular que en forma sentenciosa asienta que cada
quien debe hacerse responsable de lo suyo, si quiere gozar del
mundo. Tiene asonancia entre sus hemistiquios. Tiene la forma
y el sabor de una máxima moralizante.
mundo
saber vivir en este mundo, es la mejor hazaña (F. 35
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa asienta lo que
enuncia: hay que saber vivir en este mundo. Tiene la forma de
una máxima moralizante.
mundo
todo en el mundo es robar, y el que dude, que haga cuentas (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa expresa lo que
enuncia: un profundo decepción con respecto a la sociedad:
todo es robar. Para probarlo, basta con hacer cuentas.
músico
al mal músico, hasta las uñas le estorban (F. 90
y 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa expresa que cuando
alguien es malo en su oficio no le faltan pretextos. Formar parte
de la serie "de que o cuando X es malo, le echa la culpa
a Y". Por ejemplo: "cuando el arriero es malo le echa
la culpa al burro"; "cuando la partera es mala, le
echa la culpa a la luna tierna"; "cuando la partera
es mala, le echa la culpa al culo", "cuando la partera
es mala, le echa la culpa al chamaco"; "de que la partera
es mala, le echa la culpa al culo"; "de que es malo
el escribiente, le echa la culpa a la pluma fuente".
músico
el que es buen músico, con una cuerda toca (F. 90
y 116).
Al contrario del refrán anterior, este refrán popular
de la serie "el que es.." no sólo significa
lo que enuncia sino que está estructurado de manera que
en la primera parte esboce la categoría bueno en
algo y en la segunda lo demuestre mediante un malabarismo:
en este caso tocar con una sola cuerda. Por ejemplo el refrán:
"El que es buen pato hasta en el aire nada" . Variante:
"el buen músico, con una cuerda toca" (F. 12).
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