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iglesia
hemos visto caer iglesias, cuantimás ese jacal
(F. 64, 80, 116, 119 y 132).
Refrán popular de origen ranchero que en forma exclamativa que se atiene al tópico "lo que vale para lo más vale para lo menos". Variante: "hemos visto caer iglesias, cuánto más ese jacal" (F. 90, 109 y 122).

ilusión
el que vivió de ilusiones, no alcanza el perdón de Dios
(F. 35, 90 y 116).
Con el mismo sentido paremiológico que el anterior, este refrán popular, en forma de sentencia, significa igualmente que no hay que vivir de ilusiones. Vivir de ilusiones es, sin embargo, mucho más que hacerse ilusiones. Vivir de ilusiones es vivir construyendo castillos en el aire. Es decir: haciéndose tonto. El refranero, ya lo hemos dicho, es realista y censura acremente al que no pone los pies en el suelo.

ilusión
¿te haces muchas ilusiones?; tendrás muchos desengaños
(F. 116).
Refrán popular que en forma de "pregunta ­ respuesta afirmativa supuesta ­ sentencia" significa que la ilusión conduce al desengaño. El refrán, en consecuencia, suena como una invitación a no hacerse muchas ilusiones. Descansa en la contraposición entre ilusión y desengaño.

india
la india quiere al arriero, cuando es más lépero y fiero
(F. 90 y 116).
Refrán popular que en forma declarativa significa lo que enuncia. Rubio cita la tradición paremiológica española en un refrán recogido por Rodríguez Marín que dice "la mujer es animal que gusta del castigo". Hay rima consonante entre el primero y segundo hemistiquios.

indio
alabar al indio es engrandecerlo
(F. 12).
Los refranes de indios, como este, forman el grupo aparte de los refranes étnicos. Este es un refrán popular de probable origen mestizo que significa lo que enuncia. Es, obviamente, una invitación a no alabar a ningún indio.

indio
cuando el indio encanece, el español no aparece
(F. 66, 89 y 132).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas tanto novohispanas como del siglo XIX, cuyo probable enunciador original es un mestizo, que deja asentada la longevidad y mayor resistencia del indio en comparación con el español. Una de las variantes consignadas en la nota, probablemente más tardía y secundaria con respecto al texto principal, dice que el indio encanece a los setenta años: ello daría al español una esperanza de vida inferior a esa edad. El refrán tiene la forma de una sentencia con hemistiquios octosílabos unidos mediante rima consonante. Variantes: "cuando el indio encanece, el de razón no parece" (F. 116); "cuando el indio encanece, el español desaparece" (F. 37, 90 y 122); "cuando el indio encanece, el español no parece" (F. 5 y 116); "cuando el indio encanece, ya tiene más de siete dieces" (F. 66 y 90).

indio
el que con los indios es cruel, Dios lo será con él
(F. 5).
Refrán popular, de corte moralizante y antirracista, que significa lo que enuncia. Hay una rudimentaria rima consonante entre el primero y segundo hemistiquios.

indio
indio con puro, ateo seguro
(F. 35 y 116).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas tanto novohispanas como del siglo XIX, cuyo probable enunciador original es un mestizo, que declara ateo (o ladrón según la variante) al indio con puro. Es un refrán semiótico: el significante es siempre un indio con puro. Las sentencias o significados que de ese significante se sacan, pues, son: "seguro que es un ateo", dicen en los medios religiosos; "es un ladrón", señalan las autoridades civiles. La palabra "indio", señala Rubio, cargaba a cuestas a principios del siglo XX el desprecio, racismo y hostilidad ancestrales y, por ello, funcionaba en el habla de la ciudad de México de entonces como un insulto. Variantes: "indio con puro, ladrón seguro" (F. 5, 90 y 116); "indio que chupa puro, que menos ladrón seguro" (F. 116); "indio que fuma puro, ladrón seguro" (F. 66 y 132).

indio
indio, pájaro y conejo, en tu casa, ni aun de viejo
(F. 35, 90 y 116).
Refrán popular proveniente de las pugnas interétnicas del siglo XIX, probablemente, que pone en el mismo nivel al indio, al pájaro y al conejo de los que aconseja no tenerlos en casa ni de viejos. El objeto del refrán es obviamente el indio: el pájaro y el conejo entran sólo por necesidad de la rima consonante que hay entre sus hemistiquios. Variantes: "indio, pájaro y conejo, mudarle el pellejo" (F. 5); "de indio, pájaro y conejo, ni el pellejo" (F. 5); "indio, pájaro y conejo, no conocen gratitud" (F. 116).

indio
indio que mucho te ofrece, indio que nada merece
(F. 90 y 116).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas tanto novohispanas como del siglo XIX, cuyo probable enunciador original es un mestizo, que expresa una total desconfianza hacia el indio y desprecio de él. "Da a entender, dice Rubio, que el indio cuando ofrece tanto como puede, es sólo por ver lo que pueda obtener, pero que nada hay que creer de sus ofrecimientos y nada debe concedérsele". Tiene rima consonante entre sus dos hemistiquios octosílabos.

indio
indio que quiere ser criollo, al hoyo
(F. 70, 90 y 116).
Refrán popular originado en las luchas interétnicas tanto novohispanas como del siglo XIX, cuyo probable enunciador original es un mestizo, que significa lo que dice. Ya desde el siglo XVII novohispano tuvo lugar un cuidado y extenso programa criollo para los símbolos de identidad autóctonos que diferenciaran, sin lugar a dudas, lo criollo y lo mestizo novohispanos de lo español. La sociedad del siglo XIX, sin embargo, tras los reacomodos de la guerra de independencia queda conformada por criollos, mestizos e indígenas. Sus hemistiquios tienen rima consonante.

indio
indio que suspira, no llega a su tierra
(F. 12).
Refrán popular que significa lo que enuncia. Está construido sobre la misma idea sobre el indio que los demás refranes étnicos. Rubio dice que ello es "por los presentimientos, generalmente tristes, que alientan y toman forma en los suspiros". Variante: "indio que suspira, no llega bien a su tierra" (F. 90 y 116).

indio
indio que va a la ciudad, vuelve criollo a su heredad
(F. 90 y 116).
Refrán étnico de probable origen mestizo que significa loq ue enuncia. Supone una ciudad acriollada. "Volver criollo a su heredad" significa haber asumido los aires presumidos y soberbios del criollo. Como casi todos los refranes étnicos, hechos sobre los moldes tradicionales de la paremiología española, este también está dotado de rima consonante en versos octosílabos.

indio
indio sin india, cuerpo sin alma
(F. 90 y 116).
Refrán étnico que exalta la valía de la mujer india en la integración de una pareja en donde el indio es el cuerpo y la india el alma. Para Rubio, el refrán significa, en efecto, "que el indio sin la india, es nadie, que la india lo es todo para el indio".

indio
indios y burros, todos son unos
(F. 35, 90 y 116).
Refrán étnico conformada en forma de un insulto. Hay asonancia enre las dos partes del refrán.

indio
más seguro, más marrao, dijo el indio
(F. 116).
Frase paremiológica popular que expresa la desconfianza del indio hacia lo que sea y prefiere traer su dinero amarado, consigo, porque eso le parece más seguro. De hecho, esta frase paremiológica tiene dos partes: el refrán propiamente dicho que es "más seguro más marrao" y la invocación de él como un texto tradicional y dotado de autoridad: "dijo el indio". Se usa como comentario para justificar un comportamiento a la hora de cerrar un trato. Variante: "mientras más marrado, más seguro" (F. 5).

indio
ni indio ni fraile, cierra la puerta que abre
(F. 5).
Refrán popular de índole étnica que significa lo que enuncia. Es una queja contra ambos. El refranero suele relacionar el indio con el fraile, dos especies que, por lo demás, no trata bien. Por ejemplo: "para un burro, un indio; para un indio, un fraile". Hay asonancia entre las dos partes del refrán.

indio
no hay indio que haga tres tareas seguidas
(F. 90 y 116).
Refrán étnico que significa tanto la fragilidad y pereza ancestrales con que la cultura hispanizante asume al indio; como lo supersticioso que es el indio con respecto a hacer tres actos iguales seguidos. Tiene forma sentenciosa.

indio
no te confíes de indio barbón, ni de gachupín lampiño
(F. 132).
Refrán popular de tipo étnico que expresa claramente lo que enuncia: no te fíes de falsificaciones. Circula también en otras versiones más largas alguna de las cuales dice así: "no te fíes de indio barbón, ni de gachupín lampiño, de mujer que hable como hombre, de hombre que hable como niño" (F. 5). Otra de ellas, en cambio, dice así: "no te fíes de indio barbón, ni de gachupín lampiño, de mujer que hable como hombre, de hombre que hable como niño, ni mujer con vozarrón" (F. 5). Y otra: "no te fíes de indio barbón, ni de gachupín lampiño, de mujer que hable como hombre y de hombre que hable como niño" (F. 90). El refrán y sus variantes consideran a todos estos personajes como falsificaciones.

indio
quien vio un indio, un pueblo y un mono, ya lo vio todo
(F. 5).
Refrán étnico que en forma de sentencia dice lo que enuncia. Proviene del siglo XIX y de sus pugnas interétnicas. Un mono y un pueblo en un país donde los ranchos y haciendas predominan y la gente vive desperdigada, son una rareza. El indio, objetivo del refrán, también lo es aunque de otra manera.

indio
si es indio, ya se murió; si es español, ya corrió
(F. 35 y 116).
Refrán popular de tipo étnico, probablemente e origen mestizo, que expresa una opinión sobre indios y españoles en el contexto de una riña: el indio pelea bravamente aunque tenga que morirse en la lucha, según ella, en tanto que el español huye cobardemente. Tiene forma casuística. Sus hemistiquios son octosílabos unidos entre sí por rima consonante. La hechura, como he señalado, indica una vigencia aún de la tradición oral en la transmisión y uso del refrán. Variante: "si es indio, ya se murió; si es español, ya huyó" (F. 90).

indio
tanto dura un indio en un pueblo, hasta que lo hacen alcalde
(F. 90 y 132).
Refrán popular que funciona como una frase satírica de tipo gnómico. Sirve de comentario satírico a quien, al cabo de mucho tiempo, logra finalmente algún puestecillo. Variante: "tanto dura el indio en un pueblo, hasta que lo hacen alcalde" (F. 116).

indito
los inditos y los burritos, de chiquitos son bonitos
(F. 5).
Frase gnómica de índole racista que refleja aún las pugnas interétnicas se basa en la comparación entre indios y burros presente en otros refranes de esta época, está hecho con versos octosílabos aconsonantados. Tiene la forma de una declaración.

infierno
¡cómo estarán los infiernos, que hasta los diablos se salen!
(F. 66 y 90).
Refrán exclamativo que funciona como comentario a situaciones en que, por ejemplo, alguien se sale de una reunión o algún billete se le sale del bolsillo a alguien. Variantes: "¡qué tal estará el infierno, que hasta los diablos se salen!" (F. 116); "¡qué tal estará el infierno, que hasta los muertos se salen" (F. 113).

infierno
¿qué entendéis por los infiernos? -Suegros, cuñados y yernos
(F. 90 y 116).
Refrán popular estructurado bajo la forma de la secuencia pregunta ­ respuesta que cataloga de infierno las relaciones familiares. Tiene rima consonante entre las dos partes del refrán.

Inquisición
el que entra en la Inquisición, suele salir chamuscado
(F. 116).
Refrán popular cuyo sentido paremiológico se atiene al tópico de que hay que afrontar las consecuencias de las propias acciones. A él se atienen refranes como "a quien presta la frazada, le toca aguantar la helada" o "arriba ya del caballo hay que aguantar los respingos". Tiene la forma sentenciosa de los refranes "el que" cuyo primer miembro, como se sabe, indica la situación sancionada por el refrán en tanto que el segundo expresa la sentencia o sanción correspondiente.

inteligencia
aliméntate con inteligencia, y prescindirás del médico
(F. 110).
Refrán que en forma consejo significa lo que dice.

ir
nadie se va con lo que debe
(F. 90 y 116).
Refrán popular retribucionista que expresa que todo mundo antes de morir paga, tarde o temprano, las consecuencias y el castigo de las acciones malas que haya hecho en el transcurso de su vida.

iris
cuando james, haz un iris
(F. 90 y 116).
Dicho de maleantes que, según Rubio, aconseja "que ante la presencia del gendarme, por la vigilancia de que se es objeto, se disimule, se aparente hacer algo ajeno a la actividad verdadera".

itacate
sólo el que carga el itacate sabe lo que lleva dentro
(F. 16).
Refrán popular, de corte sentencioso exclamativo, que se atiene al tópico de que sólo cada quien conoce el calibre de sus penas. Tiene el mismo sentido paremiológico de los refranes "sólo el que.." o "sólo el..." y análogos como "sólo el que carga el costal, sabe lo que lleva dentro"; "el que carga su tenate, sabe lo que lleva dentro"; "sólo el dueño del petaca sabe lo que trae en ella"; "sólo la cuchara sabe lo que tiene adentro la olla"; "cada quien sabe lo que carga su costal"; "cada quien sabe lo que carga en su morral"; "sólo el que carga el morral, sabe lo que lleva dentro". En todos los casos, hay un "adentro" en donde se guardan cosas que o se llevan cargando o se comen. Variantes: "el que carga ÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿ